Descripción
Árbol de copa amplia, tronco leñoso con grietas longitudinales, y hoja caduca. Tronco derecho, corto y muy grueso en los ejemplares aislados, con ramas gruesas y algo tortuosas; corteza grisácea o blanquecina, muy resquebrajada y de tonalidad parduzca en los ejemplares viejos.
Hojas grandes, simples, en disposición alterna, con estípulas alargadas que caen pronto; son lampiñas por las dos caras, de color verde intenso por el haz y más pálidas, con los nervios bien marcados, por la cara inferior; su forma es aovada, con peciolo muy corto (2 a 7 mm), con el borde más o menos, profundamente, lobulado y con los lóbulos desiguales y redondeados, suelen medir unos 6 a 12 cm de largo por unos 3 a 6 cm de ancho.
Flores masculinas en amentos colgantes, verdes-amarillentos, que nacen solitarios o en grupos de ramillas del año anterior. Bellotas colgantes sobre un largo pedúnculo, aovado-oblongas, con caperuza o cascabillo de escamas casi planas, empizarradas.
Floración
En el hemisferio norte produce las nuevas hojas por abril o mayo, las bellotas maduran en septiembre y caen en octubre.
Hábitat
Desde el nivel del mar hasta unos 1000 m s. n. m., en los suelos profundos y frescos, principalmente en los desprovistos de cal y algo húmedos. Requiere un clima húmedo, oceánico, donde se acuse poco la sequía estival y es algo resistente al frío. Se asocia o pone en contacto con hayedos o con robledales de Quercus petraea y Quercus pyrenaica, con los que forma híbridos con facilidad.
Distribución
En la mayor parte de Europa y en Asia occidental. En la Península se extiende principalmente por las regiones atlánticas: mitad norte de Portugal, Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco y Navarra. También en León, La Rioja, Palencia, Huesca y Cataluña, sur de Salamanca y norte de Zamora. En forma aislada también en algunas montañas del interior y cultivado desde antiguo en la Casa de Campo de Madrid.